El espermiograma es el estudio del eyaculado o semen. Es una prueba básica en el estudio de la fertilidad masculina, y orientará hacia el mejor tipo de tratamiento de ayuda, que puede ir desde relaciones sexuales dirigidas, inseminaciones con semen mejorado, hasta ciclos de F.I.V., o de FIV-ICSI (con microinyección del óvulo), y en casos extremos a sugerir uso de semen de banco.
Este análisis del semen debe realizarse siguiendo las técnicas y criterios estandarizados descritos por la OMS (2010) o la ESHRE (2002). De esta forma, un seminograma va a constar de diversas pruebas. Entre éstas, se encuentran estudios macroscópicos (de viscosidad, capacidad de licuefacción, color y olor), químicos (valoración del pH, análisis de Zn, alfa-glucosidasa, fructosa) y análisis microscópico, que consiste en el estudio de la concentración de los espermatozoides así como la movilidad, vitalidad y morfología de estos.
De todas estas pruebas, las más importantes e informativas son las medidas de concentración y movilidad. Con todos los datos, se emite un diagnóstico de normalidad o anormalidad, que puede ser debida a la concentración, movilidad, morfologia, tendencia ala aglutinación, etc.
Es muy importante cumplir con las normas de recogida del semen para su estudio. Es importante mantener unos 3 días de abstinencia, y un máximo de 6/7 días. Cuanto menos tiempo pase entre la eyaculación y la entrada en el Laboratorio, mejor, siendo deseable menos de 60 min, y si existe un tiempo de transporte que sea en un frasco suministrado por el Laboratorio, y mantenido a aproximadamente 37ºC (en un bolsillos en contacto con el cuerpo). La obtención es ideal que sea por masturbación.
Cualquier incidencia en la obtención de la muestra o en su transporte, debe ser puesta en conocimiento del personal del Laboratorio, para que deciden si la muestra será representativa, o por el contrario debería desecharse.