Se trata en realizar un combinado de anamnesis, exploración física, y pruebas complementarias que nos acerquen a la causa que provoca que no se haya conseguido un embarazo de forma espontánea.
El estudio se debe hace a ambos miembros de la pareja, y el momento habrá que decidirlo en consenso, dependiendo de la edad de ambos, de la prisa que tengan en conseguir el embarazo, y de los resultados que aporten al inicio.
El estudio se inicia por una entrevista personal, en el que se analizan los antecedentes y en su caso de las pruebas aportadas. Con todo ello, se puede completar el estudio indicando al varón un esperrmiograma, y a la mujer una vez explorada, unas determinaciones analíticas que nos indiquen su situación general, hormonal, y su reserva ovárica. Con todo ello, se puede precisar más del 60% de causas. A partir de estos resultados, puede decidirse iniciar un tratamiento dirgido a la causa hallada, o bien complementar con pruebas ya muy dirigidas y específicas.
Tal como lo tenemos protocolizado, en menos de un ciclo se pueden tener datos muy concluyentes, y que nos dirigirán hacia el tratamiento óptimo sin pérdida de tiempo. Si hay que complementar con pruebas más específicas, se puede precisar de otro mes, para concluir el estudio.
Por lo general en menos de un mes, tenemos todos los datos que se precisan para establecer una causa, e iniciar el tratamiento adecuado.
Dependerá de la complejidad de las pruebas a realizar por el historial de la pareja. Siempre se entregará un coste muy aproximado de las pruebas a realizar, y dependerá si hay algún tipo de cobertura mutual.
-Todas las pruebas que se hayan realizado con anterioridad son importantes, para intentar no duplicarlas y ahorrar tiempo y dinero.