La menopausia es el proceso de transición que suele acontecer entre los 45 y 55 años, y se caracteriza por el cese de menstruación y la disminución importante de las hormonas sexuales (estrógenos, progesterona, testosterona). La producción de óvulos suele haber cesado unos años antes.
En el transcurso de la revisión ginecológica de rutina, o a través de una visita solicitada expresamente, se valoran los signos y síntomas y se determina si la mujer ha entrado en la menopausia, si se halla en un estado previo, o bien si ya está en una situación de menopausia establecida. Mediante unas pruebas específicas, que pueden incluir además de las exploraciones habituales, que consisten en una ecografía dirigida a visualizar la actividad de los ovarios, y del endometrio, en una analítica hormonal que determinará el momento preciso, una mamografía, y a veces también según el contexto clínico en una densitometría.
Las mujeres que entre los 45 y 55 años, han dejado de menstruar, y a todas aquellas que inicien síntomas como sofocos, dificultad para mantener su peso habitual, sequedad de piel y mucosas o alteraciones en la regularidad menstrual.
Al estar integrados en el Centro Médico Augusta, podemos realizar todas las pruebas necesarias en un mismo día. El Centro de Diagnóstico por la imagen, nos permite realizar la mamografía, y la ecografía de mama y la densitometría si fueran necesarias. Las determinaciones analíticas las realizamos en el laboratorio de análisis clínicos SYNLAB.
El realizar un diagnóstico preciso, y evaluar el grado de anomalías que puedan acompañar, permiten aconsejar a cada mujer si precisa algún tipo de tratamiento y qué le puede aportar.
Lo normal es que sea entre los 45 y 55 años. Antes de esta edad, la denominamos menopausia precoz, y posteriormente menopausia tardía. Ambas situaciones merecen un control especial por las repercusiones negativas que puedan ocasionar.
El único que es constante es el fallo de menstruación. En diferentes porcentajes e intensidades, puede acompañarse de sofocos, perturbaciones del sueño, cambios en el apetito sexual, sequedad vulvovaginal, fallos de memoria. Todos son solucionables con un tratamiento adecuado.
No deberían durar más de un par de años, y desde luego pueden ser evitados con un manejo adecuado.