En la congelación/descongelación de embriones multicelulares los efectos físico-químicos del proceso pueden influir de forma negativa sobre la supervivencia de las células, rotura de zona pelúcida y un potencial endurecimiento de la misma.
Estos factores negativos se pueden corregir mejorando la calidad embrionaria mediante técnicas como la eclosión asistida y la eliminación de fragmentos y/o células que no han sobrevivido a la descongelación.
La eclosión asistida básicamente consiste en abrir un orificio en la zona pelúcida que facilite la eclosión del embrión para poder llevar a cabo la implantación. Este orificio se puede realizar de forma mecánica, química o con láser, dependiendo de los diferentes equipos.
Si bien la eclosión asistida es una técnica controvertida debido a la variación de resultados entre los diferentes trabajos publicados, los diseños de estudio, condiciones de cultivo, grupos analizados, características propias de cada paciente y qué casos son subsidiarios de esta técnica, en el caso de embriones criopreservados, los resultados de diferentes equipos apoyan la utilidad de esta técnica.