Desde el Boletín de Marzo-20, en el que por primera vez nos hicimos eco de la situación a la que nos enfrentábamos con respecto a la infección por Covid19, hasta el actual, han pasado muchas cosas. Debimos suspender la mayoría de nuestra actividad asistencial restringiéndola a la asistencia a embarazadas, y casos oncológicos y de urgencia, relegando a casi cero la actividad quirúrgica, por colapso de las clínicas, reconvertidas prácticamente en centros asistenciales para el control de enfermos afectados.
La situación ha ido cambiando favorablemente, y en la actualidad, prácticamente podemos recuperar nuestra actividad habitual, adoptando las precauciones necesarias, no solo las que indican las autoridades sanitarias, sino las que el sentido común y las normas de manejo de estas situaciones, nos obligan a adoptar.
Como medida más conflictiva, hemos debido imponer la entrada en consulta tan solo de la persona que se venía a visitar, excepto en casos que requerían la asistencia de un acompañante para explicar la situación. No siempre ha sido bien recibida esta nueva situación, que esperamos en breve pueda ser eliminada. El uso de distanciamiento social entre personas (entre 1,5 m y 2 m) y de mascarillas a nivel de recepción y salas de espera, ha sido cumplido estrictamente, así como la desinfección de superficies tras cada nueva paciente. Todo ello, ha hecho que la admisión de pacientes por módulo de trabajo y médico, sean menores que los habituales, siendo lenta la recuperación de listas de espera que habíamos generado, en los últimos tres meses. Creemos que durante el mes de Julio, y poniendo todos de nuestra parte, podamos recuperar una agradable normalidad.
Esperamos que el seguimiento de normas elementales difundidas por los medios de comunicación hasta la saciedad, puedan hacer que la evolución siga siendo favorable. Desgraciadamente, no todas la personas las cumplen, y las nuevas situaciones respecto a normas de circulación entre países y continentes, muchos de los cuales están aún en una situación difícil frente a la pandemia, pero que se han ido adoptando para salvaguardar la economía, y no por criterios sanitarios, hacen esperar la aparición de rebrotes más ligeros en los próximos meses, pero más duros a principios de otoño.
La aparición de vacunas no es previsible a corto plazo, pero el mejor conocimiento de la fisiopatologia de este virus, puede hacer más manejable las próximas situaciones.
