Previamente a iniciar el proceso de criopreservación de los ovocitos es preciso realizar un estudio dirigido a conocer el estado actual de salud reproductiva.
Para ello contamos pruebas generales (analítica en sangre, exploración general…) y pruebas específicas (ecografía, hormona antimulleriana…).
¿Qué pruebas hay que hacer para estudiar su situación de reserva folicular?
Los test de reserva ovárica se utilizan con el fin de poder informar a las mujeres sobre su potencial reproductivo. Los más utilizados son:
* El recuento folicular antral (RFA) que se realiza por vía ecográfica: Es un prueba indolora, inocua y rápida. Se realiza mediante ecografía transvaginal durante la primera fase del ciclo menstrual. Se realiza un recuento del número de folículos que hay en los ovarios con un tamaño de entre 2 y 9 mm. Si se observan un número igual o superior a 8 suele ser indicativo de una buena reserva ovárica. Cuantos más folículos antrales veamos mejor reserva ovárica cabe esperar.
* La determinación de la hormona antimülleriana (HAM), mediante una analítica en sangre.: La hormona anti mulleriana es una hormona liberada por los folículos del ovario. Se considera un buen indicador de la reserva ovárica. Puede analizarse en cualquier día del ciclo, ya que es independiente de éste. Un valor de AMH de entre 0,7 y 3,5 ng/ml se relaciona con una buena reserva ovárica. A menor reserva ovárica, menor valor de AMH.
La única prueba definitiva es la respuesta observada a la estimulación tras un ciclo de inducción hormonal.
La edad parece ser el factor primordial, pero no siempre es asi, ¿no?
Hay múltiples factores que influyen en la fertilidad de la mujer, como la obesidad, los trastornos alimentarios, los disruptores endocrinos, el consumo de tabaco y alcohol. La edad continúa siendo el factor principal ya que a partir de los 35 años se produce un descenso progresivo de la reserva ovarica y se evidencia una peor calidad ovocitaria.
¿Además, ¿es necesario realizar un estudio general ginecológico y analítica de sangre?
Siempre se debe realizar una exploración ginecológica con citología, ecografía transvaginal y examen mamario junto con una analítica general y hormonal antes de comenzar un ciclo de estimulación para preservación de fertilidad que nos brinde información de posibles patologías a controlar o tratar, previo al tratamiento de preservación de la fertilidad.
