Las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) son infecciones provocadas, fundamentalmente, por virus, como el papiloma, herpes o VIH, bacterias, como la gonorrea, clamidia o sífilis, y otros microorganismos, como los parásitos protozoarios -tricomoniasis-, que se contagian casi al 100% a través del contacto piel con piel en las relaciones sexuales de pareja, ya sea por vía vaginal, oral o anal.
«Son más de 20 las ETS que amenazan nuestra libertad, un conjunto de patologías que se han convertido en un importante problema de salud mundial por su alta incidencia en el presente y sus graves consecuencias en el futuro», aseguran con la misma acentuación las doctoras Carmen Sala Salmerón, ginecóloga y obstetra de la Clínica Gine-3, y Miriam Raquel Zager Etcheverry, especialista en ETS en adolescentes y jóvenes.
La doctora Raquel Zager, además de licenciada en Medicina y Cirugía, es una ginecóloga de Gine-3 experta también en los trastornos de la alimentación que se ceban en las mujeres, lo que le ha convertido en un «referente profesional» para otros centros sanitarios, como el Instituto de Trastornos Alimentarios (ITA) de Barcelona.
Según la OMS, cada día más de un millón de personas contraen una ITS… 376 millones, anualmente, se infecta de clamidiosis, gonorrea, sífilis o tricomoniasis… 500 millones son portadoras del virus del herpes simple (VHS)… solo en 2016, más de 988.000 mujeres embarazadas contrajeron la sífilis (con 200.000 muertes fetales) y más de 290 millones de mujeres están infectadas por el papiloma virus (VPH).
«Cada año, alrededor del 50% de las infecciones patógenas contagiadas en las relaciones de pareja (mujer-hombre, mujer-mujer- y hombre-hombre) se producen en personas con edades comprendidas entre los 18 y los 25 años», destaca la doctora Zager Etcheverry.
«Y la gran mayoría de las infecciones pasan inadvertidas -añade- porque o bien no dan la cara o se acompañan de síntomas leves, como un flujo vaginal anómalo, dolor abdominal inespecífico, úlceras genitales o vulvares y secreción blanquecina-amarillenta u ardor uretral en los varones; circunstancias que no siempre permiten su diagnóstico y tratamiento».