Los ejercicios de refuerzo abdominal «clásicos», aumentan la presión intraabdominal haciendo que la presión tenga tendencia a provocar la caida del suelo pélvico, la protusión de las hernias inguinales y crurales, e incluso empeorar o provocar hernias discales de la columna vertebral.
Se puede conseguir el mismo refuerzo de la pared abdominal mediante la realización de los ejercicios hipopresivos. Básicamente estos ejercicios pueden realizarse de pie o tumbados, y consisten tras una inspiración profunda y a continuación la espiración, en contraer el abdomen unos 10 segundos estando en apnea. Se debe mantener la columna lo más recta posible.
Deben realizarse tandas de 3 o 4 repeticiones, descansar y volver a repetir.
Al principio, y hasta coger el hábito, es conveniente estar monitorizado por un especialista, quien vigilará todos los pormenores: columna bien recta, no aumento de presión abdominal, contracción adecuada.
Mejoran las molestias de espalda producidas por contracturas o pequeños deslizamientos e los discos intervertebrales. Mejoran el tránsito intestinal, sobre todo si se acompañan de la dieta adecuada.
En nuestra especialidad, son importante en la recuperación postparto, con respecto a la mejora de los músculos abdominales, y no deterioro del suelo pélvico. situación que mejora enormemente si se asocian a ejercicios de Kegel para mejora de los músculos que sustentan al suelo pélvico.
Boletín Informativo de Septiembre 2018
