En artículos anteriores ya hemos abordado el tema de la elección del buen sujetador. No necesariamente debe ser el mismo para todo tipo de situación. En cualquier caso, debe conocerse cuál es la talla y copa que nos corresponde, y si no la conocemos deberíamos asesorarnos en una corseteria, dónde una buena dependienta pueda indicarnos.
Difícilmente, obtendremos esta información en unos grandes almacenes, o en una tienda low-cost de venta de ropa.
Para uso deportivo, lo ideal es un modelo elástico, cuya copa abarque la totalidad del pecho y cuyo tejido sujete con firmeza a la glándula a pesar del movimiento. Las tiendas especializadas en ropa deportiva, son seguramente las ideales para encontrar el modelo más adecuado. Modelos menos rígido, que den una mayor comodidad, pueden ser los ideales para estar en casa.
Para trabajar, y las actividades diarias, es recomendable un sujetador elástico, pero menos rígido que los deportivos. Los sujetadores con aro no son adecuados, porque hace que todo el peso de la glándula recaiga sobre dicho aro, y pueden producir lesiones de roce. Para situaciones especiales como fiestas, situaciones de seducción, salidas nocturnas, etc, por supuesto pueden utilizarse, ya que realzan la forma del pecho y el escote.
Hay que tener en cuenta que la glándula mamaria se mantiene en su posición a expensas de la piel, y de un fino músculo subcutáneo con poca fuerza tónica. Dependiendo del tamaño, edad, embarazos o lactancias, el uso de un buen sujetador es imprescindible para evitar que la gravedad cause daños irreparables sobre la estética de los pechos.
Boletín Informativo de Agosto 2018
