No podemos afirmar rotundamente que exista una dieta que aumente la fertilidad y que favorezca el embarazo. Pero si podemos afirmar, que hay perfiles dietéticos que ayudan a mejorar la fertilidad, y a mantener un buen embarazo, y que por el contrario otras que pueden perjudicar ambas circunstancias.
En primer lugar debemos tener en cuenta, que la situación idónea es la de hallarse en un peso ideal, sin sobrepeso ni infrapeso, por lo que en primer lugar deberíamos asesorarnos en qué situación nos hallamos y cómo acercarnos a esa situación de partida. En segundo lugar, es importante mentalizarse que la dieta ideal debe ser saludable, rica en vitaminas y minerales, minimizar el aporte de grasas saturadas, y sobre todo evitar el alcohol y el tabaco como fuentes de toxicidad. Lo más cercano a la llamada dieta mediterránea es una dieta ideal, en la que de forma equilibrada hay un aporte de verduras, hortalizas, frutas, carnes de aves y pescados. La forma de cocción debe ser al vapor, plancha o al horno, evitando los fritos y las barbacoas, y los que puedan ser ingeridos crudos, mejor, para no deteriorar los antioxidantes naturales que aportan.
Es importante un aporte adecuado de las vitaminas del complejo B, que se hallan en las legumbres, hortalizas y huevos. Son importantes para mantener una buena producción de hormonas, y se consumen especialmente en situaciones de estrés.
Minerales como el hierro, y el calcio han sido clásicamente considerados necesarios en esta situación de la vida, por su necesario papel en el mantenimiento de la producción de los hematíes y de la calcificación de los huesos.
Actualmente, se valoran además otros minerales, como el zinc, o el magnesio, que tienen un papel importante en la producción de las células germinales.
El ácido fólico, ya desde hace varias décadas se considera como necesario que tenga unos valores mínimos y mantenidos para evitar problemas importantes en el desarrollo del feto como la espina bífida o la anencefalia. La dieta antes mencionada, es rica en ácido fólico. La vitamina D, últimamente va siendo nombrada, quizás en demasía por la presión de la industria farmacéutica, pero sin duda también es importante en la gestión del metabolismo de varias hormonas. En nuestro país, además de la dieta, ayuda las horas de Sol de que disponemos, provocando su síntesis en la piel.
Deberíamos evitar la ingesta de hidratos de carbono de cadena corta (azúcares simples, bolleria, refrescos azucarados), pero no así los de cadena larga como el arroz, legumbres, patata que en cantidades moderadas son adecuados para mantener el nivel energético. Las grasas no hay que buscarlas, ya que en cantidad suficiente se encuentran en algunos vegetales, como el aguacate por ejemplo, en las carnes blancas (pollo, pavo) y en los pescados. Hay que evitar las carnes rojas, o especialmente ricas en grasas, y evidentemente la bolleria industrial.
Todo esto, complementado con ejercicio aeróbico moderado, que puede ser caminar entre 30 y 60 minutos cada día, disminuir el aporte de cafeína, y si es posible eliminar el alcohol y el tabaco, son los consejos que hay que seguir para un embarazo saludable.
Boletín Informativo de Octubre 2018
