A todas la embarazadas en el segundo trimestre, les realizamos la conocida como prueba del azúcar, y que técnicamente se llama prueba de O´Sullivan. Esta prueba consiste en un análisis de sangre que mide los valores de glucosa.
Primero se mide el valor de glucosa basal, es decir en ayunas. A continuación se administra una cantidad conocida de glucosa, que está estandarizada en 50 gramos, mediante una bebida azucarada habitualmente, y se realiza una nueva extracción a los 60 min.
El médico debe valorar tanto los valores basales, como los obtenidos a los 60 minutos, y decidir si se halla dentro de la normalidad, o si son patológicos. En caso de no ser normales, hay que confirmar la desviación mediante una prueba más completa llamada de sobrecarga (test SOG).
Depende del grado de anormalidad se puede calificar a la embarazada de intolerante a la glucosa, o de diabetes gestacional.
En la mayoría de los casos, se puede controlar mediante una adecuada dieta, ejercicio moderado, y controles de los niveles de glucosa. Tan solo en un 10-20% de los casos, puede necesitarse la colaboración del endocrinólogo, y el apoyo farmacológico.
El principal problema, si no se controla adecuadamente es la macrosomia fetal (peso por encima de lo normal) con los consecuentes problemas a la hora de dar a luz, y el mayor riesgo para padecer en un futuro diabetes del adulto.
Es cierto que esta prueba en algunas mujeres, les provoca incomodidad en forma de nauseas o incluso vómito tras la ingesta de la bebida azucarada. En algunos casos, puede sustituirse por la llamada glucosa postprandial, que consiste en realizar la determinación tras un desayuno adecuado. No es lo mismo, porque no se conoce exactamente la cantidad de glucosa ingerida, pero puede ser una alternativa en algunas circunstancia, y orientar sobre si hay que realizar más estudios acerca del metabolismo de los hidratos de carbono en la embarazada.
En España, es una prueba protocolizada que debe hacerse a todas las embarazadas, según la Sociedad Española de Ginecologia y Obstetricia (SEGO), pero en algunos países solo se realiza a pacientes que tengan factores de riesgo como antecedentes familiares, obesidad, edad por encima de 35 años, o hijos anteriores con pesos por encima de los 4.500 gramos.
