Reducción de las mamas - Gine3

28 de julio de 20160

Está indicada para mujeres con pechos muy grandes y caídos, algunas de las cuales padecen problemas médicos asociados a esta condición física, como dolores de espalda y en la nuca, irritación cutánea, problemas respiratorios o deformaciones óseas. Una talla de pecho excesivamente grande puede provocar en la mujer o en la adolescente una enorme falta de confianza en sí misma.

La reducción mamaria, técnicamente llamada mamoplastia de reducción, es la intervención adecuada para este tipo de mujeres. Esta cirugía reduce la grasa, el tejido glandular y la piel del pecho, haciéndolo más pequeño, ligero y firme. También puede reducirse la areola, el tejido oscuro que rodea el pezón. El objetivo es conseguir dar a la mujer un pecho más pequeño y más proporcionado al resto de medidas de su cuerpo.

 

 

Las mejores candidatas para esta intervención

Más que un problema estético es un problema físico. El aumento de volumen mamario no solo repercute en la imagen corporal sino que origina una serie de problemas físicos y de falta de confianza que repercuten en la vida de la paciente.

En muchos de los casos, esta intervención no se practica hasta que la mama está totalmente desarrollada, aunque puede practicarse antes, si las mamas están causando serios problemas físicos. Las mejores candidatas son aquellas mujeres que son lo suficientemente maduras psicológicamente para comprender el procedimiento y tienen expectativas realistas acerca de los resultados. La intervención no se aconseja a las mujeres que están dando de mamar a sus hijos.

Todas las intervenciones conllevan un cierto riesgo

La reducción mamaria no es una operación simple, pero es muy segura si es realizada por un cirujano cualificado. Pero como en cualquier intervención siempre existe alguna posibilidad de que se produzcan complicaciones como una infección, hemorragias y reacción a la anestesia. Algunas veces pueden doler los pezones tras la intervención siendo una situación generalmente transitoria desapareciendo con el tiempo. Si sigue todos los consejos de su cirujano los riesgos disminuirán por completo.

La intervención deja cicatrices visibles, aunque se pueden tapar con el sujetador o el bikini (la curación es más lenta y las cicatrices son más visibles y más comunes en personas fumadoras).

Algunas pacientes pueden perder un poco de sensibilidad en los pezones y en los pechos.

 

 

Planeando la intervención

En la primera visita es importante explicar al médico cuáles son sus expectativas y escuchar su opinión. El cirujano examinará y medirá sus pechos. Valorará todas las posibilidades y según su tamaño, edad, forma y piel le aconsejará una cosa u otra.

Su cirujano deberá explicarle muy detalladamente la intervención, explicándole todos los riesgos que ésta puede conllevar y asegurándose de que usted ha entendido todo lo explicado y que usted sabe hasta dónde se puede llegar. También se le comentará el tipo de anestesia que se utilizará, dónde se le practicará la intervención y el coste que ésta tendrá.

 

 

Preparándose para la cirugía

A usted se le darán todas las instrucciones necesarias para la intervención, incluyendo si tiene que hacer alguna dieta especial o no, si debe evitar fumar o dejar de tomar algunas vitaminas o medicamentos antes de la intervención.

Asegúrese de que alguien la podrá llevar a casa después de la cirugía y de que contará con ayuda en los días siguientes a la operación.

 

 

¿Dónde se realizará la intervención?

Normalmente se hace en el hospital. La cirugía dura de 2 a 4 horas, pero en algunos casos puede durar más. Permanecerá ingresada en el hospital de 1 a 2 días.

 

 

Tipo de anestesia

En casi todos los casos se hace con anestesia general. Usted estará dormida durante toda la intervención.

 

 

La cirugía

Hay diferentes técnicas para la reducción de mamas, pero la más común consiste en hacer una incisión en forma de ancla, en la areola hacia abajo y siguiendo la forma curva del pecho. Se extrae el exceso de tejido glandular, grasa y piel y se mueven el pezón y la areola hacia su nueva posición. Se coloca la piel de ambos lados de la mama por abajo y alrededor de la areola, formando el nuevo contorno de la mama.

En la mayoría de los casos, los pezones permanecen sujetos a sus vasos sanguíneos y nervios. Si las mamas son muy grandes o pendulares, los pezones y las areolas deben ser sacadas completamente y colocadas en posición más elevada. Las cicatrices estarán situadas siempre alrededor de la areola; además dependiendo del volumen mamario y la técnica elegida por el cirujano pueden tener una prolongación vertical solo, o bien una prolongación vertical y horizontal en el surco, en forma de T invertida. Ocasionalmente se puede utilizar la liposucción para remodelar algunas zonas de la mama.

 

 

Después de la intervención

Se le pondrá un vendaje elástico o un sujetador especial por encima de las gasas. Se le colocarán unos tubos pequeños para drenar la sangre y los fluidos durante 1 o 2 días, según los casos. Puede sentir dolor durante los 2 primeros días. Sobre todo si tose, y algunas molestias durante la primera semana. Su cirujano ya le recetará algún medicamento para calmar el dolor. Los vendajes apósitos colocados el día de la cirugía se revisarán unos días después de la intervención, pero deberá seguir llevando el sujetador durante algunas semanas, hasta que la inflamación y los morados desaparezcan.

En la primera menstruación después de la cirugía, es posible que le duelan las mamas. También puede ser que pierda un poco de sensibilidad en los pezones y en la piel de la mama, lo cual será causado por la hinchazón que parece después de la intervención. Esto desaparece, normalmente, a partir de las 6 semanas. En algunas pacientes, incluso puede durar hasta i año, y muy ocasionalmente puede ser permanente.

 

 

Volviendo a la normalidad

Aunque a usted se le dará el alta al día siguiente d ela intervención, sus mamas estarán resentidas y puede sentir molestias durante un período de 2 semanas. Deberá evitar levantar pesos y empujar cosas pesadas durante 3 o 4 semanas. Su cirujano le dará todas las instrucciones a seguir hasta que pueda volver a sus actividades cotidianas (normalmente a las 2 semanas), aunque para hacer actividades fuertes deberá esperar a sentirse con energías.

Deberá evitar las relaciones sexuales durante la semana siguiente a la intervención o incluso durante más tiempo y evitar el contacto con sus senos hasta que hayan transcurrido 6 semanas.

Es usual que una pequeña cantidad de fluido fluya de su herida. Si usted tiene estos síntomas extraños no dude en llamar a su médico.

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