Exploración ginecológica | Dra. Sala - Gine3

16 de noviembre de 20160

Abordamos en este capitulo un tema interesante y a la vez motivo de muchos temores y rechazos a la visita al ginecólogo. Resulta que por alguno de los motivos explicados en la anterior exposición, la mujer decide acudir al ginecólogo, para realizar una visita. ¿Que va a pasar?


Hay que pensar que se establecerán en esta visita unos objetivos importantes, que hay que cumplir:

  • Establecer un clima de confianza. La mujer acude con el miedo a lo desconocido, sin saber exactamente que es lo que le espera. Sin prisas, debe entablarse un clima afectivo, como en cualquier visita ginecológica, pero un poco más intenso en esta situación.
  • Perder el miedo, la ansiedad y el pudor. Con las explicaciones necesarias, la mujer irá tranquilizándose, conocerá el contenido de la visita, y en qué va a consistir la exploración que se va a practicar, en función del motivo de su visita.
  • Desdramatizar la visita ginecológica. El miedo sin razón a la visita, es absurdo. Como iremos explicando debe ser una visita agradable, con fines educativos, diagnósticos y terapéuticos. Nunca será un pulso entre médico y paciente.
  • Conocer el propio cuerpo. Es posible que la mujer conozca perfectamente su propia anatomía. Pero también es posible que tenga dudas acerca de la normalidad de su aparato genital, de la integridad anatómica de sus órganos internos, del tamaño de su vagina, y la posibilidad de problemas en sus relaciones. Puede que necesite saber si su himen está integro o no, y si sus labios vulvares son demasiado grandes o pequeños. El tamaño de sus mamas, la posibilidad de desarrollo a partir de ese momento, y las características anatómicas de las mismas, son motivos frecuentes de consulta.
  • Conocer los procesos fisiológicos. En conocimientos impartidos en los institutos, rara vez por los padres, y frecuentemente entre compañeras, la adolescente tendrá una idea aproximada de los procesos fisiológicos relacionados con su feminidad: la regla, el síndrome premenstrual, los cambios de carácter, los dolores menstruales. Es el momento de aclarar dudas, y probablemente también de corregir errores.
  • Ayudar a prevenir enfermedades. En el dialogo que es preciso mantener en esta visita, se deben sentar las premisas de la forma de evitar enfermedades, no solo de transmisión sexual, sino otras relacionadas con la ignorancia de síntomas que pueden aparecer y a los que hay que hacer caso.
  • Iniciar una Via de contacto. Es el momento preciso para dar las facilidades necesarias para entablar los contactos posteriores que hagan falta, y la forma de hacerlos. Cómo localizarnos, y cómo plantear las consultas.
  • Orientar hacia otros especialistas. Es evidente que el ginecólogo, no domina toda la materia. Pero si conoce sus limitaciones, y qué compañeros están más capacitados para resolver problemas relacionados. Frecuentemente, precisa la ayuda de un psicólogo/a, o de un endocrinólogo. No es raro, consultar con un especialista en Medicina Estética, para realizar una dieta adecuada, o un tratamiento contra el acné. En casos especiales, puede necesitarse la ayuda de un Cirujano Estético, para orientar un posible problema, y si es tributario de cirugía y en todo caso, el momento óptimo para realizarla.

La visita comienza por la anamnesis. La anamnesis, es un término médico, que se utiliza para indicar el interrogatorio que se va a realizar como punto de partida, y en el que se va realizar la recogida de datos necesarios desde el punto de vista médico para confeccionar la historia clínica. Se pregunta acerca de los antecedentes personales, y familiares; de las enfermedades pasadas; de los hábitos tóxicos si los hay (tabaco, drogas, alcohol); de las relaciones sexuales y en su caso de los sistemas anticonceptivos usados; de las medicaciones habituales; etc. En este momento, la paciente debe decidir si realizará la visita sola o acompañada. En el caso de estar acompañada, debe estar con una persona delante de la cual, no tenga reparos en explicar todo lo anterior. En otro caso, debe invitarla a salir de la consulta, o previamente haberlo pactado. Es igual que se trate de la madre, padre, amigo/a, o compañero. Es muy importante, que los datos que suministre al médico sean los mas fidedignos posibles.

Una vez realizada la anamnesis, se va a pasar a realizar una exploración general. Consiste en la toma de unos datos físicos generales, como el peso, la talla, la distribución del vello, la existencia o no de acné o de hirsutismo. Hay que tomar nota del desarrollo mamario, si es adecuado, si ya ha finalizado, si es simétrico, o si hay alguna anomalía. Son importantes los datos sobre higiene personal, y sobre la existencia de piercings y tatuajes, por posibles repercusiones de tipo médico que puedan tener.

Y por fin, pasamos al examen ginecológico en si mismo:

¡ No siempre es necesario !

Va a depender del motivo de la visita, y de los propios deseos de la paciente. En cualquier caso, debe quedar claro que si tuviera lugar no va a ser doloroso, y que precisara de la colaboración de la mujer.

Si el motivo de la visita es por motivo de alguna posible patología p.e de las mamas, y la paciente no desea aprovechar la visita para conocer su estado ginecológico, no hará falta, y se pospondrá en todo caso para una situación futura.

En el caso de que se precise una revisión ginecológica, y no hayan habido relaciones sexuales, la exploración puede consistir en una inspección externa de los genitales, y en la exploración mamaria. Si hay relaciones sexuales, o el motivo de la visita es para descartar alguna anomalía de los genitales internos, la exploración puede consistir en una vulvoscopia y vaginoscopia, que se realiza con la colocación de un instrumento llamado espéculo (de plástico o de metal) adaptado al diámetro de la vagina de la mujer, y que permite visualizar todo el canal vaginal hasta el cuello uterino. En ese momento se puede aprovechar para realizar una toma de flujo vaginal, para su estudio microbiológico, y una toma de células del cuello uterino para realizar una citología. En cualquier caso, puede ayudar la realización de una ecografía. La ecografía puede realizarse externamente, si no ha habido relaciones sexuales, precisando una repleción de la vejiga urinaria lo máximo posible, o internamente, vía vaginal, que ofrece unas imágenes mucho más claras y nítidas. En algún caso puede realizarse vía endorectal, si es precisa una visión detallada de los órganos internos, y no se desea realizarla vía vaginal. En cualquiera de los casos la ecografía nunca resultará dolorosa.

Por último hacer mención del papel de la enfermera, en este proceso. La enfermera es la persona que recibe a la paciente, que la tranquiliza antes de la visita, y que ayuda al ginecólogo durante la exploración, y antes de la misma preparando el material y la sala en si misma.

Preguntas y respuestas

¿Qué es mejor una ecografía vaginal o abdominal?

R.-Nos da más y mejor información la ecografía vaginal, pero no siempre es posible realizarla. Si la mujer no ha tenido relaciones, y tiene un himen integro, puede no ser adecuado realizar una ecografía transvaginal. La ecografía abdominal, con buen llenado de la vejiga urinaria, puede darnos datos suficientes.

¿Puede diagnosticarse una infección vaginal sin necesidad de colocar el espéculo?

R.-En muchos casos, el simple aspecto de la vulva enrojecida con flujo blanco, como yogur nos da el diagnóstico e infección por hongos. En otros casos, la presencia de unas verruguitas diseminadas, nos señala que es una infección por HPV. Si el flujo vaginal, tiene un aspecto sospechoso, la toma de muestra con una torunda puede facilitarnos suficiente material para ver al microscopio en fresco, o para remitir al laboratorio para cultivo. Por eso, no siempre es imprescindible la colocación de un espéculo para diagnosticar una infección.

¿La exploración ginecológica es dolorosa?

R.-En condiciones normales no debe serlo. El Ginecólogo debe conseguir una relajación adecuada, con el dialogo previo, y las explicaciones necesarias, y ser lo necesariamente delicado/a para que la exploración sea absolutamente indolora.

¿Siempre es necesaria la exploración ginecológica?

R.-Si el motivo de la visita no es por patología ginecológica, como por ejemplo por una alteración mamaria, y la paciente no desea hacerse una revisión, no es necesaria una exploración ginecológica.

¿La exploración ginecológica debe hacerse siempre delante de la madre o acompañante?

R.-Hay que solicitar la autorización de la adolescente para que haya en la sala de exploración un acompañante no sanitario. Si la adolescente tiene más de 14 años, y no desea que esté presente ningún acompañante, hay que respetarlo, e invitarle a que permanezca fuera.

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