La ginecóloga Carmen Sala Salmerón, de la clínica Gine-3, vuelve al periodismo ciudadano de efesalud.com para entrevistar a la radiólogo Ana Freire Vázquez, médico especializada en descubrir «lesiones o nódulos cancerígenos milimétricos» en las glándulas mamarias de las pacientes, como las que se revisan en el Centro Médico Augusta.
«Radiólogos como Ana Freire, experta en senología y patología mamaria, examinan con meticulosidad las mamografías para detectar tumores de forma precoz antes de que puedan ser palpables por la propia mujer o su ginecólogo, lo que implica siempre un mejor pronóstico en la curación de posibles enfermedades como el cáncer», informa la doctora Sala.
El cáncer de mama es el tumor maligno más frecuente en mujeres de todo el mundo. Cada año se diagnostican aproximadamente 26.000 casos nuevos en España, el 30 por ciento de todos los cánceres observados en mujeres de nuestro país, y de ellos, entre el 15 y el 20 por ciento son HER2 positivo con metástasis, el más agresivo y mortal.
Este tipo de datos sobre el cáncer convierten a la ginecología en protagonista de la información. Y por eso Carmen sala apunta con sus dardos verbales hacia la transparencia entre el emisor y el receptor, el médico y su paciente.
¿Detectan las mamografías tumores que pasan inadvertidos a la palpación?
«El examen radiológico de las mamas sigue siendo el primer método diagnóstico para descubrir el cáncer porque permite ver las estructuras internas de los senos y hallar tumores minúsculos de naturaleza maligna», responde Ana.
Aunque algunos expertos en cáncer desaconsejan el uso de mamografías para cribado ante de los 50 años de edad, las mamografías se recomiendan a todas las mujeres mayores de 40, especialmente a las que tienen antecedentes familiares o lesiones benignas que precisen un control especial.
En ambos casos, y según los ginecólogos, se tienen que repetir cada uno o dos años.
¿Las mamografías son perjudiciales para la salud de la mujer?
«La mala fama de las pruebas diagnósticas por imagen, como los rayos X, tiene su origen en la desinformación interesada que se publica a través de internet», opina la radióloga para continuar su respuesta.
«Las pacientes tienen que entender que las mamografías no son malas. La radiación a la que se exponen durante un tiempo mínimo es muy débil y el beneficio preventivo, en comparación con el riesgo radiactivo, es tantísimo superior», asevera.
¿Y nos pueden hacer daño físico o psicológico?
«Una mamografía nunca puede hacer daño a la mujer, aunque sí ocasionar alguna molestia, ya que la mama se oprime durante la prueba diagnóstica: la superficie del compresor es fría y la presión que se ejerce sobre la mama puede generar trastornos debidos a la hipersensibilidad de los senos», reafirma la experta radiológica.
La habilidad de la persona que opera el mamógrafo también puede ser determinante: «El técnico tiene que apretar la mama para obtener imágenes de calidad, pero debe hacerlo con mucho cuidado, extremando la sensibilidad», considera Ana Freire ante una comunicadora Carmen Sala que indica con su mano:… «no hagas daño».
Para concluir la entrevista, la ginecóloga de efesalud.com sitúa el foco sobre las pacientes a las que se les diagnostica «algo sospechoso» en sus glándulas mamarias.
¿Cómo se le dice a una mujer que necesita una biopsia para confirmar el diagnóstico de cáncer?
«Se lo digo muy poquito a poco, siempre con mucha proximidad y cariño; procurando que entienda lo que está pasando y que existen soluciones para su enfermedad. Hay que disipar sus dudas y sus miedos. Les explico todo el proceso con mucho cuidado porque cada paciente es un mundo de sensibilidades», dice la médico radiólogo Ana Freire Vázquez.
Las mamografías, como conclusión, ayudan a detectar el cáncer en estadios muy tempranos… no todos, pero sí la mayoría. Perder el miedo al dolor y a la radiación, unido a la prescripción médica, es el camino más adecuado para prevenir el cáncer de mama.
