En la práctica diaria de los Ginecólogos hay multitud de situaciones, en las que precisamos la colaboración de un Especialista en Psicología. En nuestro Centro Gine-3, contamos con la presencia de Atze Mena, que ya ha colaborado en este Boletín, y junto a la que hemos elaborado una pequeña guía de situaciones en las que podemos contar con su ayuda, o incluso según el tipo de problema, con compañeros suyos.
Entre los problemas más frecuentes, podemos describir los siguientes:
Alteraciones de la sexualidad
Es frecuente que en algún momento de la consulta, aparezcan indicios de alteraciones de la sexualidad, que puedan afectar a la pareja. A veces se trata de mujeres jóvenes que tienen dudas sobre algunos aspectos o prácticas. Puede ser que aparezcan preguntas sobre vaginismo, aparente frigidez o falta o disminución de apetencia, relacionadas a a veces con la edad, la rutina, el cansancio, etc.
Pacientes con cáncer ginecológico
El cáncer de mama es frecuente, y afortunadamente tratable y curable en la mayoría de los casos. No obstante produce en la mujer un impacto muy importante, al enfrentarla a una posible intervención más o menos agresiva, con su posible opción de reconstrucción inmediata o diferida, y sus posteriores opciones terapéuticas. Otro tipo de cáncer como el de ovario, y útero son menos impactantes, pero frecuentemente también pueden precisar ayuda psicológica.
Fallos en tratamientos de ayuda a la fertilidad
Cada día son más frecuentes los tratamientos de ayuda a la fertilidad en sus diferentes niveles, como inseminaciones, control de los días fértiles, o incluso ciclos de fertilización in vitro, o donación de gametos. Afortunadamente el nivel de éxitos es muy alto, pero se dan situaciones de fracaso, que no siempre son bien tolerados, y pueden conducir a situaciones traumáticas personales o de pareja.
Trastornos alimentarios:
Una consulta que recibimos es la de falta de menstruaciones en mujeres adolescentes. La causa de la visita es ésta, pero puede detectarse un trastorno alimentario (anorexia/bulimia) en el que el motivo que generó la consulta no es el importante, sino el trasfondo de alteración psicológica, que precisará la ayuda de un buen equipo.
Situación perimenopausica
La mujer puede enfrentarse a esta nueva situación, la de la menopausia, de muy diferentes maneras. Muy frecuentemente es perfectamente aceptable, y si no provoca grandes trastornos, asumible. Pero a veces, se percibe como un deterioro de la feminidad, como un posible rechazo de la pareja, o una posible alteración de la sexualidad. La vertiente física, incluyendo los sofocos, insomnio, atrofia mucocutánea, etc, podemos tratarla perfectamente los Ginecólogos mediante variedad de ayudas, pero en muchas ocasiones precisarán apoyo psicológico.
Ha sido una breve introducción a situaciones frecuentes que se dan en nuestra práctica habitual, y que mejorarían con una ayuda por parte del Psicólogo. Frecuentemente, ofrecemos nosotros esta opción, pero a veces es rechazada, por miedo o desconocimiento a las formas de ayuda que se pueden ofrecer. Una primera visita, de contacto, en la que se verbalicen los problemas, y sus posibles formas de ayuda, no debería faltar nunca en estas situaciones.
En estas situaciones, es preferible que las visitas se concierten con las respectivas parejas, a no ser que el Psicólogo aconseje lo contrario, o que deban ir variando a medida que vaya progresando el tratamiento.
