Este artículo, solo pretender ser un breve repaso de las indicaciones y servicios que nos puede prestar la ecografía en nuestra Especialidad. Básicamente la usamos en el estudio de los órganos pélvicos y en la mama, considerándolo como un sistema eficaz, inocuo, y de alta rentabilidad.
En la mama, sirve como complemento de la mamografia para discernir entre nódulos sólidos y líquidos, pero cada vez más, para detectar anomalías en el tejido, guiar punciones en nódulos sospechosos, y complementar la evaluación de los hallazgos radiológicos. En nuestro ambiente lo realizan preferentemente los mismos radiólogos, que hacen las mamografías.
En el estudio de órganos pélvicos, la usamos en tres áreas bien definidas: en Ginecología, en Obstetricia y en Reproducción.
En Ginecología, la usamos como complemento necesario en las exploraciones de rutina, y como detector de patología tanto del utero, como del ovario, trompas uterinas y órganos anexos. Actualmente también es un complemento ideal para estudiar la calidad del suelo pélvico, y junto a otras técnicas más sofisticadas como la urodinamia, y la resonancia magnética evaluar el grado de deterioro, y frecuentemente ayuda a diseñar su mejor tratamiento.
En Obstetricia, es imposible hoy en día prescindir de esta exploración ya que sirve para evaluación precoz y continuada del embarazo. Siendo una exploración inocua para el feto, nos da tal cantidad de información no solo de su anatomía, sino de su evolución, posibles anomalías físicas e incluso funcionales, y estática intrauterina. Sirve asimismo para detectar, muy precozmente, la posible gemelaridad, la no evolutivibilidad de una gestación, seguimiento de la placenta, cordón, y visualización de los ovarios, sobre todo en épocas precoces. Con la aparición mas reciente de las ecografías 4D, la posibilidad de obtener imágenes en tres dimensiones, hacen que los padres puedan vivir una experiencia inolvidable.
En las Técnicas de Reproducción Asistida, no es posible la evaluación de las pacientes sin ayuda de la ecografía. Antes de iniciar un posible tratamiento, ayuda a determinar el grado de reserva folicular, y en su caso asesorar a cada mujer acerca de la necesidad de optar por un tratamiento de preservación de la fertilidad, o la presencia de un ovario poliquístico, que habrá que manejar con cuidado.
En el transcurso de un tratamiento de estimulación ovárica, tanto para localizar el momento folicular, como para programar una inseminación, y por supuesto en el caso de una FIV, en la que es imprescindible para controlar el grado de crecimiento, número de folículos, localización, no es posible usar otro método. En las punciones para obtención de los ovocitos, es el único método aceptable hoy en día, y para el seguimiento del posible síndrome de hiperestimulacion ovárica.
