Como es bien sabido, la causa del cáncer de cuello uterino es la infección por el virus del papiloma humano (HPV). Pero también es el principal causante del cáncer de vagina, vulva, ano, pene y orofaringe. En la actualidad en España, hacia los 12 años, se ofrece a la población femenina la vacunación gratuita dentro del calendario vacunal. El resto de la población, si la desea, debe costeársela y es un tratamiento que supera los 300 €.
No obstante, se ha visto que puede evitar en un 75% la posibilidad de adquirir uno de estos cánceres, pero mientras los portadores varones, no estén vacunados es muy difícil aumentar ese porcentaje. Estudios muy recientes en Canadá y Australia, están demostrando que la vacunación a niños y niñas, podría aumentar ese porcentaje a valores extremos.
En la actualidad disponemos de dos vacunas en el mercado: una que protege frente al virus 16 y 18 (los principales cancerígenos), y otra que añade los 6, y 11 (productores de los condilomas). En USA, ya ha sido aprobada la llamada vacuna nonavalente que añade a los 4 anteriores los 31, 33, 45, 52, y 58, y que parece que no dispondremos en Europa hasta finales de año.
Con la aplicación de esta vacuna nonavalente, las mujeres podrían estar protegidas prácticamente en el 90% de casos, pero mientras los varones no estén vacunados también no será posible conseguir tasas de éxito frente a la enfermedad, como las que se consiguen en otras infecciones contra las que existe vacunación.
Por todo lo anterior, creemos que nuestras autoridades sanitarias deberían adoptar una posición a favor de la vacunación universal (hombres y mujeres) como ya se ha adoptado en Canadá y Australia, y empieza a indicarse en USA, Austria, Italia, y Suiza. Seguramente la indicación masiva de esta vacunación también incidiría en una disminución de precios, y las personas que no la fueran a recibir de forma gratuita podrían acceder a ella con mayor facilidad.