La vulvovaginitis por hongos, es una infección muy frecuente, que por lo general se presenta de forma aislada en la mujer, pero que ocasiona importantes molestias, aunque carece de complicaciones. Ocasionalmente, se presenta en forma recidivante, y entonces requiere una atención especial. En la inmensa mayoría de los casos, está producida por una levadura llamada Cándida Albicans, que es un germen que puede encontrarse frecuentemente en la vagina de la mujer sana.
Se presenta en forma de intenso picor en los genitales, de aparición bastante brusca, con enrojecimiento importante, y por lo general acompañado de un flujo espeso, blanco, que recuerda al yogur.
Factores predisponentes
La forma recidivante, que es la preocupante, suele estar relacionada con alguna de las siguientes situaciones:
- Alteraciones locales: uso de jabones inadecuados, humedad persistente en genitales, uso de ropa de fibra, o minicompresas.
- Alteraciones generales: ingesta previa de antibióticos, corticoides, inmunosupresores.
- Estados especiales: embarazo, diabetes descompensada.
Diagnóstico
Habitualmente, es muy fácil, simplemente por los síntomas, junto con los antecedentes. La seguridad, se obtiene realizando un frotis en fresco en la consulta, cuyo resultado es inmediato. Raras veces, precisa la puesta en marcha de algún sistema de diagnóstico más sofisticado
Tratamiento de la vulvovaginitis
Tiene dos facetas: debe tratarse el brote agudo, que es el ocasiona la consulta, pero al mismo tiempo debe realizarse la prevención de sucesivos brotes.
El brote agudo, debe hacerse con medicamentos recetados en consulta, y que suelen ser muy espectaculares en el alivio de los síntomas
La prevención de los sucesivos brotes, es tan o más importante que lo anterior. Se puede lograr con varias medidas:
- Tratar sistemáticamente al compañero sexual, y aconsejar el uso de preservativos, durante el periodo suficiente para evitar recontagios.
- En ocasiones especialmente rebeldes, aconsejar el uso de una segunda o tercera tanda de medicamentos, separados entre sí unas 3/4 semanas, para eliminar formas resistentes de hongos.
- Evitar descensos de inmunidad general, como no tomar antibióticos innecesarios, compensar una posible diabetes, no tomar corticoides sin indicación
- No destruir las defensas locales: no usar jabones inadecuados, no usar constantemente minicompresas, no realizar lavados vaginales (excepto cuando sean por indicación expresa, y con los productos adecuados)
- No favorecer la proliferación de los hongos: secar bien el área genital tras el baño, o la ducha, y especialmente tras los baños de mar o piscina; no usar ropa íntima de fibra; durante la noche, no usar ropa interior, para que tenga lugar una buena aireación de la vulva..
- Evitar el recontagio desde el exterior: no usar esponjas de baño; destruir las formas resistentes que puedan haber quedado en las ropas infectadas (ropa interior, toallas, pijamas, bañadores,…) en forma de esporas, mediante el uso de calor (Se destruyen a 60ºC), o con lejía.
En ocasiones, puede ser aconsejable favorecer el crecimiento de la flora vaginal normal, mediante la repoblación con lactobacilos, que son los gérmenes que mantienen el adecuado pH de la vagina.
Consejos generales: una dieta sana y equilibrada, con ingesta de pocas grasas, y el mantenimiento de un peso adecuado a la edad y complexión de cada persona, parece que ayudan a evitar este tipo de infección recidivante.
Ante cualquier tipo de molestias vulvovaginales, acompañadas o no de un flujo extraño, no dudes en consultar a tu ginecólogo. Puede tratarse de una infección, que convenga ser tratada de forma inmediata
