El orgullo genético de una mujer - Gine3

18 de julio de 20160

La doctora Carmen Sala Salmerón, de la Clínica Gine-3 de la capital catalana, entrevista en su vídeoblog a una de las personas «más importantes» de su vida, el también ginecólogo David Amselem Sala, su primogénito; un médico que quiso ser médico desde que su padres le trajeron al mundo con un ‘pan preñao’ de sabiduría bajo el brazo.

Nuestra periodista ocasional nos lo presenta como «el baby» al ser el más joven de la clínica, ya que terminó su residencia hospitalaria en el año 2014 y se incorporó a trabajar en 2015 con el equipo facultativo dirigido por sus padres, Carmen Sala y Carlos Amselem; obstetra y ginecóloga la una y cirujano ginecológico el otro.

La madre reportera entra de lleno al «face to face» con una pregunta de las que dejan la mente en blanco… ¿David, te pesan los apellidos?… curiosidad profesional que arranca la respuesta de un triunfador en las distancias más familiares.

«Más que una carga a mí me gusta pensar que es un premio, sin embargo me los tengo que ganar día a día», talla para siempre en la mente de la doctora, quien nos detalla a continuación una fotografía de antaño, de cuando Mecano nos daba algo de «Aire» y en la que su niño, que apenas levantaba cinco palmos del suelo, asistía ya a partos, como el de su único hermano.

¿Desde cuándo quieres ser médico?… «Creo que desde siempre -recuerda-. Cuando era chaval mis amigos soñaban con ser policías o bomberos. Yo quería ser médico y ginecólogo. De hecho, la foto que describes adorna mi habitación y es la que veo cada mañana al despertarme».

En la fotografía, de un color alejado de sus tonalidades originales, aparece él en la sala de partos de la clínica, a los pies de su padre, vestido con la clásica bata verde hospital y el gorro a juego que oculta una buena mata de pelo.

«Se hizo el 15 de febrero de 1987. Papá vino a buscarme, me puso el pijama y me metió en la sala de partos, donde estabas tú, de parto. Estábamos… papá, mamá y yo… y llegó Ariel», acentúa para que su madre, la doctora Sala, pueda decir… es el parto de mi segundo hijo… con gran alborozo.

A veces los periodistas pierden el hilo del diálogo, más aún cuando se emocionan de corazón, y el entrevistado les salva el pellejo ampliando la respuesta.

«Ariel es mi hermano y es el mayor regalo que me habéis dado en la vida. Ariel es médico, como todos nosotros, y ahora ha empezado a estudiar y practicar la especialidad de ginecología».

Una vez recuperada del pequeño apuro informativo, Carmen Sala, se pone seria para plantear comparaciones generacionales entre los médicos de ayer, hoy y probablemente mañana.

¿Qué diferencias observas entre los médicos de tu generación y los de mi generación?

«Las prioridades, más que nada. Yo he vivido la Medicina en casa. La he vivido toda mi vida. La he vivido 24 horas al día, todos los días de la semana, todas las semanas del mes y todos los meses del año. La he vivido con pacientes, con amigos y, sobre todo, con familia».

La doctora nos mira para remarcar esas palabras rebosantes de millones de instantes que forman el carácter y la personalidad de un niño, de un adolescente y de un joven, de su hijo.

«Es una forma de vivir. Es una dedicación. Y, sobre todo, no es algo que se pague con dinero. Ni nuestro tiempo ni nuestra entrega. Tal vez, en nuestra generación se ha intentado igualar la Medicina a un trabajo cualquiera, y no lo es», opina con palabras que le salen del alma, como la apostilla que añade su madre… «gracias».

Y llega el final de la interviú con una cuestión sobre el futuro. La doctora Sala indaga en sus ilusiones… ¿Qué le pides a tu profesión?

«Vengo con ganas, con fuerza, con ilusión. Lo primero que pido es tiempo para disfrutar de vuestra compañía, de tu experiencia y de la de papá. Quiero que me sigáis enseñando, que me impregnéis de vuestra filosofía», se expresa mirando a los ojos más admirados.

Pero la vida es una sucesión de acontecimientos… y el instinto de la supervivencia conduce hacia el instinto de la reproducción.

«Otro de mis sueños es continuar con este legado, cogido de la mano de mi hermano Ariel, que viene en camino. A la Medicina le pido muchos años para intentar sacar lo mejor de mí como persona y como médico», concluye.

Y la periodista se olvida del micrófono de efesalud y mira a cámara y sonríe y se dirige a tod@s nosotr@s y nos dice… «Supongo que entenderéis el orgullo que siento por el doctor David Amselem Sala, que además de ser un buen médico es mi hijo. He sido su maestra y ahora es mi relevo».

Leave a Reply

https://gine3.com/wp-content/uploads/2021/01/gine-3-logo-w.png

Desde 1980, el Centro Ginecológico Gine3, es un centro que se ha dedicado al cuidado de la salud de la mujer y que fue fundado por la Dra. Carmen Sala y el Dr. Carlos Amselem.

Horario

Toda la información que se facilita en esta web no reemplaza la relación entre el profesional de salud y los pacientes.
En caso de duda se debe consultar con el profesional de salud de referencia.

Nº Autorización Centro Sanitario: E08658093 / Última actualización Web: Mayo 2023

bt_bb_section_top_section_coverage_image