La esterilidad se define como la incapacidad para concebir tras uno o dos años de exposición al embarazo con un número adecuado de relaciones sexuales, 2 ó 3 cada semana, lo que equivale a relaciones cada 3-4 días sin protección anticonceptiva adicional.
El estudio inicial de la pareja estéril debe incluir una historia familiar, personal y reproductiva de ambos miembros de la pareja; una exploración física y revisión ginecológica en la mujer. En el caso del varón, en nuestro laboratorio realizaremos el seminograma, prueba fundamental en el estudio de la esterilidad que debe hacerse con 3-5 días de abstinencia, al menos 2 seminogramas separados al menos 2 semanas entre ellos, dadas las diferencias y variaciones fisiológicas que se producen.
En los casos de esterilidad por causa masculina, disponemos de asesoramiento y consulta especializada con urólogos y andrólogos especializados en la materia.
En los casos de esterilidad por causa femenina, procedemos a realizar un estudio personalizado para cada paciente y situación:
Analítica general con estudio del hemograma, función tioidea, y de las hormonas sexuales implicadas en la reproducción
Cuantificación de la Hormona AntiMülleriana (H.A.M.): es una hormona liberada por los folículos del ovario. Se considera un buen indicador de la reserva ovárica. Puede analizarse en cualquier día del ciclo, ya que es independiente de éste. Un valor de AMH de entre 0,7 y 3,5 ng/ml se relaciona con una buena reserva ovárica
Exploración física: índice de masa corporal, tensión arterial, glándula tiroides, exploración ginecológica que incluya la mama y signos de exceso de virilización.
Ecografía transvaginal: El recuento de folículos en primera fase del ciclo nos ayuda a hacernos una idea de la reserva ovárica. También permite ver las características del útero y los ovarios y la posible existencia de patología como quistes, miomas o masas anexiales.
Histerosalpingografia: consiste en la introducción a través del cérvix, mediante una cánula, de un medio de contraste que al pasar por las trompas permite valorar la permeabilidad de las mismas.
Relaciones sexuales dirigidas: Es una técnica sencilla, económica y de bajo riesgo, monitorizada por el ginecólogo, que consiste en dirigir las relaciones sexuales al momento más fértil del ciclo menstrual, que es el período ovulatorio. Con una sencilla pauta de medicación ajustada al calendario de ese ciclo y un control ecográfico, ajustamos el momento de la ovulación.
Inseminación artificial: está indicada en casos de factor masculino leve, factor cervical inhóspito o bien esterilidad de origen desconocido. Se trata de un procedimiento intrauterino, no requiere una infraestructura compleja, es relativamente simple y poco invasivo, con menor coste económico que otras técnicas y con una tasa de embarazo acumulada que puede situarse entre el 25 y 50%.
Fecundación in vitro: es una de las técnicas más utilizadas en Reproducción Asistida. Consiste en fecundar el ovocito con el espermatozoide en el laboratorio y, posteriormente, transferir el embrión o los embriones resultantes al útero de la paciente.
Boletín Informativo de Diciembre 2018